La obra de un poeta es a la vez exploración de mundos posibles y huella que signa un camino por donde otros habrán de pasar. El testamento, a la vez que documento que atestigua lo vivido, consigna los bienes que se lega a los deudos una vez que el que lo suscribe ha fallecido. Sin embargo, el Testamento del caminante es una herencia en vida que el poeta va entregando, a medida que transita en la conquista de su oficio, como si él mismo no quisiera perderse el obsequio y fuera a la vez protagonista y testigo de su propia heredad.
El 20 de agosto de
2014 se llevó a cabo la presentación del libro de poesía Testamento del caminate, de José Manuel Ruiz Regil, editado por
VersodestierrO. La chispa prendió en la penúltima sesión del curso de Contra-culturas
que imparte el maestro Juan Carlos Castrillón en el Foro Cultural Xavier
Villaurrutia. Luego de tres meses de reunirnos a platicar sobre los movimientos
sociales que generaron cultura crítica en la música, la moda, la literatura,
prácticamente, desde la edad media hasta nuestros días, llevé mi guitarra y
cerramos el curso con dos o tres rolitas de mi autoría. Esta pequeña muestra
bastó para que el entusiasmo de Castrillón generara todo lo necesario para
gestionar, ipso facto, la fecha de
presentación de mi más reciente libro en el Auditorio del Centro Cultural José Martí, con la
condición de que cantara en el evento.
Por varios años canté
en eventos poéticos recorriendo cafés y bares centrales y periféricos de la
ciudad de México con mis amigos poetas de VersodestierrO, organicé algunos
recitales por mi cuenta, como La danza
del mago, exploré el cabaret-holístico Juguetería
y Canciones, y la Tertulia Cajón Desastre, donde presenté mi música
también, recibí el reconocimiento del concurso de Cancionistas del Péndulo y
rolé y rolé con mi guitarra al hombro como debe hacerlo quien se aferra a su
talento como única certeza. Sin embargo, llegó un momento en el que sentí que era necesario
instrumentar y arreglar mejor todas mis ideas musicales antes de volver a
presentarme en un escenario. Por eso dudé en aceptar la invitación de Juan
Carlos y busqué la forma de hacer un ensamble que incluyera, al menos
percusiones, contrabajo y guitarra. Pero no sucedió. En mi mente rondaban
acordeones, clarinetes, tubas, violines y hasta una tambora. Pero la vida,
nuevamente, me insistía en que habría de subir al escenario otra vez con mi
guitarra solamente y mi mejor intención de transmitir al público todo ese
caudal de arreglos imposibles que suenan en mi cabeza y que quizá, algún día se
hagan realidad. No por ahora.
Conforme llegaba la fecha acordada fui pensando en un formato que ofreciera una dinámica distinta a las tradicionales presentaciones de libros, pues el Martí es un teatro muy interesante que pensé valdría la pena aprovechar, y creo que encontré una manera muy simple y elegante de lograrlo. Claro, con la complicidad y el talento de Claudia López Vargas, mi esposa y socia en Arte Duro Curators & Dealers, a quien solicité su apoyo para conducir el evento como ella sabe hacerlo, con ese estilo cálido y precisión de palabras que preparan el terreno para que uno aparezca y no tenga que hacer nada más que ser.
Claudia López Vargas |
Después de la tercera
llamada se apagaron las luces del teatro para iluminar en el escenario su
figura y escucharla hacer una primera paráfrasis de Cal y arena, canción con la que inicié el evento:
“El sofoco, el ahogo claustrofóbico de la inminente cotidianidad de los amantes nadando en un mar de ajenos, amargan sabores en la piel, y nos hacen cargar el fardo de la decepción. Huellas que dejan cicatrices y deseos urdiendo bajo las piedras se convierten en sol que no alumbra las caricias que llegan a su fin en el hartazgo de la repetición”.
Manolo Regil |
Este caminante de ojo experto nos va abriendo
los sentidos a una gran gama de sensaciones, colores, texturas, sonidos,
sabores y añoranzas que forman el torrente sanguíneo de sus poesías,
compartiendo con el lector su gran viaje por la ciudad, acompañándonos a
conocer personajes entrañables, a escuchar en lo profundo del recuerdo los
gritos que han sido parte de nuestro crecimiento, a cantar las canciones de la
calle, a bailar con la vida y a volar montados en una bicicleta.
Podríamos llegar a tener la sensación de
soledad ante tanta gente, calles, momentos postales, tránsito y bullicio… y en
esa sensación de soledad del andante, el camino de los sueños y ensueños se
traza dejándonos atisbar por las rendijas casi imperceptibles del pensamiento del
hombre, del cantante, del poeta, que como viajero experimentado y lleno de
ciudad nos regala la magia de lo que ha vivido con intensidad y nos enseña el
por qué vivir es ya en sí mismo milagroso”.
Adriana Tafoya |
Es además, es organizadora
de los Miércoles Itinerantes de Poesía y
creadora del Torneo de Poesía Adversario
en el cuadriláterO (07/13) y del Premio
Latinoamericano de Poesía Transgresora. Ha sido incluida en 40 antologías
poéticas, entre ellas el Anuario de
poesía 2007 Selección de Julián Herbert, (FCE 2008) y La sangre apalabrada (La Tinta del Silencio, 2014). Es compiladora,
junto con Andrés Cardo, de 40 Barcos de Guerra, Antología de Poesía (Coedición
de 42 Editoriales Independientes, 2009) y Antología de poetas sobre el
cuadrilátero, 2013. También ha colaborado en suplementos y revistas de México,
Argentina, Venezuela, Nicaragua, Chile y España. Es editora de la revista y
editorial VersodestierrO, y fue consejo editorial de Metáfora, hoja de poesía
en el periodo 2002-2013. Su poesía ha sido traducida al náhuatl y al portugués.
También habló de la
pluralidad de lenguajes y significados que cada individuo intenta expresar, a
pesar de que aparentemente manejamos el mismo lenguaje, y resaltó algunos
versos del poema que le da nombre al libro
Testamento del caminante, del que dice “se
nota su destreza en mezclar e lenguaje estilizado y el urbano para crear su
propia estética”. Me llama la atención que destacara como algunos de los
poemas más bellos del libro justo los más experimentales, los menos prosaicos y
tal vez, los que más reto impongan al lector: Óxido de cielo, Deefe, A pesar del mundo, Un lienzo de Klimt, Concierto
matutino.
Al término de su
intervención Claudia retomó la palabra para introducirnos en la atmósfera que
habría de evidenciar el siguiente tema
musical: “La ratonera”. “Preso en un
mundo de simulaciones, aplazando la felicidad hasta la quincena, que se ve más
larga que la vida de trabajo sin fin, cambiando en un eterno desfile el traje
de la conformidad, hambriento de mundo cebado por quesos de falsas promesas,
creyendo que el futuro espera en la esquina de la oportunidad, olvidas que los
inmortales murieron más chicos que tú. Dios los tenga en su gloria y mientras
te disfrazas emulando la normalidad confías en que te guarden un cachito de
fama”.
Juan Carlos Castrillón |
Por supuesto que le
había pedido también su comentario crítico a mi teacher de contra-culturas. Su respuesta se llamó Transitar por los caminos riesgosos delpoema, texto que leyó de pie, bajo la luz ambarina del teatro, con su
característico estilo fraternal, y aguerrida actitud crítica. La lectura amable
que hizo del libro lo llevó a conclusiones tan afortunadas como la siguiente:
"Testamento del Caminante” de José
Manuel Ruíz Regil logra lo inusitado, sublimar armónicamente tradiciones aparentemente contradictorias en
la profunda historia de la poesía mexicana;…por una parte el grupo
Contemporáneos y por otro los Estridentistas…Estas dos míticas generaciones
representadas por las figuras de Octavio Paz y Efraín Huerta logran darse la
mano en el poemario escrito por Ruiz Regil”.
En otro momento de su
exposición, Castrillón comentó: “Aquí
encuentro otro gran acierto de este libro, ya que la intensa poesía que
contiene es culta-que no culterana- pero de raigambre netamente popular; está
dirigida al hombre, a la mujer de a pie, sin falsas poses, se habla de tú a tú
con cualquier hijo de vecino, lo seduce-utilizando principalmente 3 tipos de
imágenes: imágenes auditivas, táctiles, y visuales-lo reta a desentrañar
metáforas audaces, y por último lo invita solidario a acompañar al autor en sus
extensos road poems, o poemas de viaje.
Después de la presentación de Castrillón subí
nuevamente al escenario para leer tres poemas del libro, lo que normalmente
hace el autor después de recibir los comentarios críticos, sólo que ahora lo
hice con música de fondo y una breve introducción de Claudia, a manera de
sensibilización para el escucha:
“Girando
la manivela de la vida a voluntad, su mente gira sobre la elipse de dos
círculos, permitiéndole encontrar el gran hallazgo de la luz interna”. Y justo
en el cue (Quiú) Gustavo Mora en cabina soltó la pista de Win Mertens, Struggle for life, programada para el
poema Anfibia, y sobre esa atmósfera hice
la interpretación de mi poema.
“Qué
privilegio ir montado en dos ruedas
con
los pies en los pedales Girar la manivela
de la vida a voluntad Sin presión ni
competencia
Ninguna
ley sobre mi ruta más que el albedrío…” (Pág. 38)
“Madre tierra en parto sonoro, madre urbana, arteria de resistencia, oscura luz de ideas, faro en la noche de la ciudad”. Tras esta palabras de la conductora sonaron los metales de Saxtlán cuarteto de saxofones, interpretando Norma la de Guadalajara de Dámaso Pérez Prado, para acompañar mi poema Vía Crisis.
“Luz
urbana, luz mujer,
Luz
arteria,
canto
de resistencia a los IMECAS
al
ayuno y a la piel de mugre…”(Pág. 20)
Y
después: “Lucha de luz y oscuridad,
laberintos ideológicos, encrucijadas, desniveles espirituales. Anuda la
intimidad de su andar en éxtasis y revelación”. El vals de los monstruos de Yann Tiersen fue el telón de fondo para
interpretar La marcha del mundo, uno
de los poemas que sirvieron de inspiración para la campaña publicitaria de la
exclusiva marca de zapatos Julio de Mucha,
y que junto con Redondela de ciudad y
Caminar es acercar la vida forman
parte de este poemario, también.
“Uno,
dos, uno dos, izquierda, derecha, adelante, atrás. La danza de los opuestos en
armonía crea movimiento. La marcha del mundo bajo mis pies. Mis suelas engullen
asfalto, siembran de inquietud los prados, inauguran caminos, se apean al vagón
del metro o del autobús que me transporta… “(Pág. 52)
Para
finalizar interpreté El espejo, vals
en homenaje a Pita Amor, poeta mexicana que se caracterizó por su belleza
física de juventud y rotundo estilo literario, sobretodo, en el manejo del
soneto.
El
auditorio estaba casi lleno, los asistentes, cautivados por la magia de las
luces y las palabras pidieron otra canción antes de irse. Canté Chica de ojos tristes y salimos al hall
del teatro, donde nos esperaban ya la mesa de libros con las últimas ediciones
de VersodestierrO y unas bebidas espirituosas que habrían de lubricar el
convivio entre los amigos, familiares y público en general que nos acompañó.
Además de las copas de tinto y blanco que ofreció la editorial, compartimos un
exquisito mezcal que nos envió especialmente la señora Ana María Chávez Salazar,
mamá de la editora.
Varios
jóvenes se acercaron a pedirme que les “grafitteara” (autografiara) su ejemplar
de Testamento del caminante. Entre
ellos dos poetas, un brasileño y un maestro de piano, y otros jóvenes que se
iban muy entusiasmados por la propuesta poética que acababan de escuchar.
Agradezco
a la Lic. María Eugenia Mondragón Mundo, directora del Auditorio José Martí, y
a su equipo difusión que diseñó el cartel promocional, a Daniel García, quien
me llamó para hacer una entrevista telefónica y redactó el boletín de prensa de
la Secretaría de Cultura del Gobierno de la Ciudad de México, a Gustavo Mora,
quien apropió rápidamente la idea del guión y nos apoyó con el audio y las
luces del teatro, y especialmente a mi querido amigo, el fotógrafo Héctor
Rodríguez, quien grabó el video en primera fila y nos apoyó con el transporte.
También al personal de seguridad del teatro y al querido Ricardo Suasnavar por
su apoyo desinteresado en la mesa de venta de libros de la editorial, así como a Ricardo Bernal por el comentario de contraportada.
Entre
los asistentes estuvieron el poeta Hugo
Garduño , el escritor Enrique Layna Ordoñez, la artista plástica Itzeel
Reyes, mi hermana Martha E. Ruiz Regil y su esposo, Eduardo Castellanos, y
otros entusiastas que acabaron con el vino y el mezcal. Como suele pasar en estos
eventos mucha gente confirmó y a la mera hora no llegó, y casi toda la que fue
se enteró de pasadita.
Los
eventos de poesía suelen convocar audiencias mínimas, sin embargo, y a pesar
del día, el clima, la crisis o las reformas, el Auditorio José Martí se ocupó
en un 80% de su capacidad para atender a este evento.
No
me arrepiento de haber escuchado el consejo de todos los que me dijeron: “Toca
así, aunque sea sin ensamble, con tu guitarra nada más”. Creo que el resultado
de la combinación de elementos en escena fue exitoso.
Estoy
seguro de que repetiremos la fórmula en otro foro. Pronto les avisaremos para
seguir brindando por el nacimiento de este Testamento
del caminante.
José
Manuel Ruiz Regil
Analista
cultural, poeta y cantautor.
Arte
Duro Gallery Curatos & Dealers
2 comentarios:
Gracias José Manuel, me encanta el libro, en especial "Anfibia". Un abrazo.
Gracias José Manuel, me encanta el libro, en especial "Anfibia". Un abrazo.
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