Cazadora de Astros, Remedios Varo.
Atenta al primer atisbo de luz brinca del lecho donde ha
reposado la ilusión primaveral de enfrentar un nuevo día con la sagacidad del
camaleón hambriento. Mira en derredor, virando su tornasol cascaradura, otea a 360 grados
paralelos e, inadvertidamente, latiga un lengüetazo de memoria al recuerdo
moscardón que azuza su mente. Recoge sus aperos y abandona la cabaña
improvisada del presente para remontar el tiempo hacia el origen; los caminos hacia
las huellas, la nube que es hielo que ha sido agua, al pan que está siendo
trigo, a las lágrimas que fueron deseos, a la soledad que amó una compañía.
Halla en cada uno de estos sitios ocasión para la casa deportiva a veces; otras,
necesaria, del codiciado instante que habrá de entretejerse en la telaraña
inmarcesible de su devenir. Instala hitos en esta esquina, tensa aquella otra,
refuerza el centro del hallazgo y limpia del exceso anecdotal todo argumento.
Deja entrever ayer y hoy, veladura liminal que transparenta lo real de lo
ilusorio; lo objetivo de lo tangible; el ser de lo que ha sido. Espera paciente
a que vuelva la presa crónica. Pueden pasar infinitos segundos, horas fugaces,
oportunidades siempre esperadas, momentos idos que no volverán, porque perviven
eternamente. Y cuando al fin su ansia cazadora se siente colmada, saeta una
palabra atravesando el cuerpo del instante para colmar la alforja que irá a
parar allá donde se guardan los tesoros más preciados, en el lecho del sueño
cotidiano.
2 comentarios:
Gracias por la dedicatoria y por la delicia de leer tu estilo tan elegante en este día nublado. La ilustración no pudo ser mejor. Abrazo!
"abandona la cabaña improvisada del presente para remontar el tiempo hacia el origen"... Qué hermosa imagen: una de tantas que conforman este bellísimo texto.
Gracias por compartilo.
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