Recomenzar ¿cómo recomenzar? He aquí el gran enigma de Luis Cardoza y Aragón frente a cada nuevo poema. Recomenzar, tal vez rehaciendo la vida de las cosas y sus desórdenes; por ejemplo, hacer del agua, dormido fuego sin memoria; de la tierra, lacónico ángel primordial; del fuego, ¡absoluto júbilo de esplendor iracundo!; y, del aire, vertiginosa piedra en éxtasis. Así los nuevos elementos, emplear después como materiales fundamentales la luz, las palabras, la dulce pólvora, la lágrima, el tiempo, el mar, el laberinto humano, los sueños, lo real, el trigo, los suicidas, la infancia irrescatable, la soledad, los solemnes metales, lo angélico, lo monstruoso, la embriaguez, la textura del delirio, la locura.
En esta sinfonía de la creación se purifica la especie que se allega a la poesía de Luis Cardoza y Aragón: sí, poesía, todo poesía, letra sobre letra, que es como se erige esta demencia nacida para cantar el misterio.
RAÚL RENÁN
México, D. F., 22 de marzo de 1978.
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